
La isla de Alor, o Pulau Alor en indonesio, es parte de la provincia de Nusa Tenggara Oriental. Pulau Alor es la isla más grande del archipiélago de Alor, tiene unos 2800km2 aprox.
Alor es de origen volcánico y tiene un terreno muy accidentado. Kalabahi es la única Ciudad de la isla de Alor. Con una población de 60,000 habitantes aproximadamente, tres cuartas partes son protestantes, el resto son musulmanes o algunas aldeas católicas romanas. Los ritos y tradiciones animistas todavía son muy practicados.
Más de 15 lenguas indígenas diferentes se hablan en Alor, la mayoría de ellas clasificadas como papuan.
Para llegar a Alor en avión desde Bali, Surabaya o Yakarta tendrás que hacer escala en el Aeropuerto de Kupang (KOE). Es decir, los vuelos se detienen en Kupang para cambiar de avión. Debes estar atento ya que, aunque el aeropuerto es pequeño, en último momento pueden cambiarte la puerta de embarque.




Alor Island es un paraíso terrenal, apartado del tiempo y la Sociedad capitalista. Un remanso de paz y naturaleza. No apto para los turistas, puesto que se aburrirían. Aquí no hay tiendas, ni variedad de restaurantes, apenas dos hoteles en toda la isla (cuando yo estuve solo existían dos hoteles).
Palua Alor es un eden salvaje para los buceadores y amantes del snorkel. Con tan sólo sumergirte en sus playas obtienes un mundo subacuático muy rico en vida. Los dos hoteles existentes en la isla tienen su oferta enfocada en el buceo. Ambos con sus propios barcos y equipo de alquiler para bucear.
Yo os recomiendo el hotel La petite Keppa, en alor kecil, situado en la pequeña isla de keppa. Para llegar desde el aeropuerto pudes tomar o compartir un taxi (jeeps) que te dejara en Alor Kecil. Allí tienes que avisar, puesto que hay que cruzar con una pequeña canoa hasta la isla de keppa.
Regentado por un matrimonio francés con sus dos hijas, encantadores y grandes anfitriones. Consiguen que uno se sienta como en casa. Es el mejor hotel en el que he estado en todos los sentidos. Tienen respeto por el medio ambiente y el entorno. Las cabañas son geniales, y sus desayunos y comidas deliciosas!
Puedes contratar con ellos para bucear o simplemente alquilar el equipo para hacer snorkel. El hotel cuenta con un par de playas que hay en la pequeña isla de keppa. Literalmente, playas solitarias, de aguas cristalinas en tonos turquesa y arena blanca.






Lo mejor para conocer la isla es alquilar una moto. No encontraras un negocio de alquiler de motos, pero si preguntas, siempre hay algún local dispuesto a alquilarte la suya por un módico precio al día. Eso sí, atento por donde te metes. La mayor parte de las carreteras están en mal estado debido a las fuertes y rutinarias lluvias. Sobre todo si te adentras en la isla hacia los poblados existentes entre las montañas.
Es impresionante como puede cambiar el entorno de una playa a otra, las hay de arena blanca o de piedras negras. Algunas extensas, otras pequeñas y envueltas de palmeras.
También dispones del transporte público que tiene Kalabahi. Se trata de dos líneas la azul y la roja. Una de ellas hace una ruta por la ciudad. La otra te lleva hasta la zona de Alor Kecil. Son una especie de mini furgonetas, con muchos colores y música a todo volumen.
En Kalabahi encontraras el mercado, un cajero, alguna que otra tienda de comestibles, farmacia, una especie de supermercado y algún restaurante (yo recuerdo haber visto un par de ellos).
Hay un poblado en la isla al que se puede ir de visita. Siguen viviendo como sus antepasados. Te enseñan las cabañas típicas donde viven. Como recogen el agua de la lluvia. Incluso tienen una paradita con cositas hechas por ellos. Yo les compré una pulsera ¡hecha de un tenedor! Son gente de gran corazón. Incluso ¡nos invitaron a tomar un té!
Fue en esta isla donde, a través de un viajero que conocimos allí, probé el Sirih-Pinang.