Si tuviera que elegir uno de los lugares visitados para quedarme a vivir, sin duda seria Unakuruwa.
Es un pequeño pueblo de pescadores cerca de Tangalle. Aquí el turismo que ha llegado ha sido a pequeña escala, pues los hoteles que encontraras en la bahía y alrededores, la mayoría son pequeñitos y regentados por locales.
En Unakuruwa el tiempo parece haberse detenido. La vida fluye paralela a la realidad. Aquí la única preocupación es que el día amanezca con buenas olas.
Rodeada de playas paradisiacas y con los servicios básicos para no necesitar moverte, aquí puede que tu estancia se alargue hasta los últimos días de tu viaje.
La playa da opciones para todos los gustos. Aquellos a los que les guste nadar, es una playa ideal. Por su forma de herradura está protegida y no queda a mar abierto.
Al ser rocosa posee una rica vida marina por lo que es ideal para practicar snorkel, puedes ver tortugas.
Y para los amantes del surf, es un lugar ideal, por sus olas y los pocos surfistas que hay. Además también puedes contratar aquí tus lecciones de surf. Te recomiendo Thilak Surf School. Thilak, es un gran instructor, con una técnica muy buena para que aprendas fácilmente desde el primer día. A demás, procura por tu bien estar y toma precauciones por tu seguridad.
Existen varios restaurantes a lo largo de la playa donde poder degustar pescado fresco y unas gambas deliciosas. Allí podréis degustar las especialidades en pescado y marisco fresco y disfrutar de terrazas a pie de playa. También podréis alojaros allí, pues dispone de una gama de alojamientos para todos los bolsillos, gustos y exigencias.
Silent beach, es una hermosa playa que queda al sur de Unakuruwa. Esta playa si es a mar abierto, por lo que en días de fuerte mar debe llevarse precaución al bañarse. Aquí no encontraras a surfers, pero si algún que otro chiringuito donde poder comer y pasar el día disfrutando de un paisaje de postal. Merece la pena una visita a esta hermosa playa.
Hacia el lado norte de Unakuruwa hay ubicada otra playa, no sé exactamente cuál es su nombre, pero sí sé que es un paraíso terrenal. Aquí solo hay dos hoteles de lujo y uno más económico que dispone de chiringuito en la playa. Un rinconcito escondido del mundo lo más parecido a un sueño tropical. Durante las noches de luna llena, si tienes paciencia, podrás ver a las tortugas que van a desovar en la playa. Por ello, también es necesario llevar mucha precaución de no pisar los nidos.
Me aloje en él Tuk Tuk Surf Bay Beach, un pequeño hotel de tres habitaciones regentado por unos chicos jóvenes, surf men, muy simpáticos y agradables. Las conversaciones tomando una cerveza con ellos te hacen sentir en casa. Las vistas desde el bar te dejan hipnotizado. La comida que sirven está muy buena. La habitación es amplia, con ventilador y mosquitera. El baño también es amplio pero solo dispone de una pequeñita ventana. Si tuviera que ponerle una pega !seria el colchón de la cama!
Debemos concienciarnos que si no cuidamos de nuestro medio ambiente, llegara un momento en que muchas cosas que hacemos, no podremos llevarlas a cabo. Por ello, pido encarecidamente, que respetes todos los lugares que te muestro, como si de tu casa se tratase, pues así es!
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